Baltazar Boom: historial oral de la tragedia de Gustavo Goncálvez y el perverso culto de la casona “La solidaria” (parte II)


IV. Caída

Julio Solari (guitarrista, compañero de banda): ¿Viste que hay grupos que uno dice “Fa, es una lástima. Se merecieron mucha más atención de la que recibieron”? Bueno, siempre pienso que debe sentirse bien haber formado parte de uno de esos. En nuestro caso, sin ser ortodoxos ni haber buscado nunca el éxito fácil, durante un periodo de tiempo logramos subir como la espuma. El que no nos hayamos podido consagrar más allá de un solo disco y de un show como el de aquel año, es culpa exclusiva de nosotros.
Y eso es lo que más me duele…

Adrián Hanglin (baterista, compañero de tragos): Luego de aquel toque todo se fue al carajo.

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, periodista cultural del diario “El País”): Pasó lo que ocurre siempre en estos casos: enviadas cruzadas, problemas legales, choreos, acusaciones de plagio, etc., etc,.

Bijou Zieger (bajista, compañera de banda, primera novia de Gustavo): Sin habernos consultado antes, Carpincho Records cerró un trato con Universal Music México a cambio de los derechos de las nueve canciones del primer disco. La noticia nos cayó como un baldazo de agua fría. La compañía editó el álbum allá y debido a la nula promoción terminó pasando sin pena ni gloria; pero el tema es que a partir de ese momento nosotros nos quedamos sin un solo peso, y para colmo ahora resulta que teníamos que pagar si queríamos tocar nuestros propios temas.

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, periodista cultural del diario “El País”): Hubo una lucha judicial que frenó la actividad comercial de la banda en el momento menos oportuno. No se sabe bien cómo, pero AGADU perdió los derechos de las canciones y esto generó mucha frustración dentro del grupo. Joel Rosenberg, el prestigioso productor discográfico argentino, intentó darles una mano promocionando la música de Baltazar Boom en México y en otros países de Centroamérica. Pero, como verás, la cosa no funcionó muy bien que digamos.

Bijou Zieger (bajista, compañera de banda, primera novia de Gustavo): Eso que te dijo Federica es una burda y vil mentira.Rosenberg nunca nos quiso ayudar. Él era y es un cagador serial. Él se quedó con todos los derechos de nuestras canciones y, ¿Sabés qué hizo a cambio? Editar cinco mil copias de nuestro álbum en México; todavía no sabemos en qué se gastó la plata que supuestamente recibió a efectos de promocionarlo. Porque hasta donde sé la mayor parte de las copias ni siquiera llegaron a disquerías; simplemente se quedaron vegetando adentro de un depósito de Universal en Cuauhtémoc, Ciudad de México.

Joel Rosenberg (manager de bandas, productor discográfico, consultor en M&E): Mire, ¿Qué quiere que le diga? Yo cumplí con mi parte del contrato. En el negocio de la música a veces ocurre así: lo que funciona en un país no necesariamente tiene por qué funcionar en el otro. El mercado latinoamericano es un mercado muy complejo. Y los músicos tienen que aprender a lidiar con esa frustración. Sobre la obra de Gustavo y Baltazar Boom no voy a emitir opiniones, pues como ya le dije carezco de todo juicio musical, pero para estos casos me parece que no hay mejor arbitro que el mercado. ¿Cuántas copias vendió en total el grupo? Eso es al final del día es lo más importante en este negocio.

Adrián Hanglin (baterista, compañero de tragos): Fuimos unos boludos. Al parecer, hubo fraude ya en el primer contrato que firmamos con Carpincho Records. Luego nos llamaron para renovarlo, y sin enterarnos de nada la propiedad absoluta de las canciones fue a parar a una compañía editorial con sede en Panamá. Durante un tiempo tratamos de ponernos en contacto con ellos, pero siempre recibíamos la misma respuesta: “Aún estamos averiguando qué hacer con su caso”. Un día Bijou llamó y nadie atendió el teléfono.

Bijou Zieger (bajista, compañera de banda, primera novia de Gustavo): Es como dice Ray Davies en la letra de “Powerman”: “People tried to conquer the world, Napoleon and Genghis Khan/ Hitler tried and Mussolini too/ Powerman don’t need to fight, powerman don’t need no guns/ Powerman got money on his side”
¿Hace falta que aclare quién ha sido a lo largo de la historia este “Powerman”?

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, periodista cultural del diario “El País”): ¡Ahí tenés, lo que te decía: el viejo tropo antisemita del judío inescrupuloso! Lo cierto es que si el grupo implosionó la culpa fue pura y exclusivamente de sus miembros, y no de una suerte de logia de titiriteros conspirando en la sombra. Por aquel entonces, como ya sabés, una mezcla de soberbia y auto-encandilamiento mesiánico habían hecho de Gustavo una persona imposible de tratar para sus allegados. El final del grupo era algo ya más que evidente.

Marcelo Jiménez (escritor, amigo de la secundaria): Luego de que Baltazar Boom entrara en un hiato indefinido, Gustavo y un grupo de sus seguidores empezaron a ocupar una vieja casona en la calle Daniel Fernández Crespo. La idea, según sus palabras textuales, era inaugurar una especie de centro social que se condujese a partir de un “ideario opuesto al que diariamente nos imponen las satánicas relaciones entre capital y estado”.
Por esa época fue que empecé a desentenderme de él. Lamento mucho decir esto, pero luego de la fama y de haber estado tanto tiempo inmerso en los hongos, ya no quedaba casi rastro del amigo que una vez fue.

Ricardo “Dardo” Lasarte (senior consultant, amigo de la secundaria): La última vez que lo vi en persona fue raro. Vivía en una casa en ruinas y medio abandonada cerca del centro de Montevideo. Por supuesto que apenas entré allí me lo encontré rodeado por sus “apóstoles”, una cuadrilla de hippies tetonas y melenudos buenos para nada que se pavoneaban a su alrededor como Dios los trajo al mundo. En el medio de aquel dantesco escenario estaba él, con los ojos cerrados, flexionando dedos y brazos de manera extraña, citando en voz baja vaya a saber qué versículo de la Biblia.

Juan Andrés «Gordo» Rojo (cura del colegio Seminario):Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llamas de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.”
Es Apocalipsis 19:11. Comprenderá usted que ciertas malinterpretaciones teológicas son blasfemia y no deberían tenerse por ciertas.

Ricardo “Dardo” Lasarte (senior consultant, amigo de la secundaria): Nada más verme hizo de cuenta que no me conocía y, a continuación, me empezó a sermonear: «¡Tenés suerte, hermano!” me dijo, momentos antes de que me cansara y me fuera a la mierda: “Cristo volvió y de todas las naciones del mundo ha elegido Uruguay para anunciar su regreso. ¿Me crucificarás de nuevo, hermano?”

Marcelo Jiménez (escritor, amigo de la secundaria): Como ya sabés, a esta altura comenzó a volverse completamente loco y a soltar una estupidez atrás de la otra. Insinuaba o directamente decía a todos los que nos lo cruzábamos que él era nada más ni menos que el mesías, y que su tarea en la tierra era “abrir los siete sellos del pergamino sagrado y traer la destrucción a los infieles”.
Algo así.

Juan Andrés «Gordo» Rojo (cura del colegio Seminario): Tengo entendido que por esa época se agarró la costumbre de blasfemar en términos que aun hoy para mí son difíciles de repetir (…). Decía barbaridades como que, al igual que a Nuestro Señor Jesucristo, su madre lo había parido en “mitad de un orgasmo”.
Escúcheme bien: no hay ningún pasaje bíblico que corrobore tal atropello. Pero, claro, por lo que han atestiguado varios de los jóvenes que lo acompañaban en ese entonces, él decía aquello con una sonrisa beatífica, plenamente convencido, como si se tratase de la verdad revelada y, bueno…, hay personas que son muy susceptibles a esta clase de individuos.
Sobre el libro del Apocalipsis no diré nada salvo que es uno de los escritos de la Biblia más difíciles de comprender, y que ha sido objeto de infinidad de debates e interpretaciones a lo largo de la historia. No correspondía a un muchacho como Gustavo explayarse de manera tan ignorante en torno a él. Mucho menos malinterpretarlo de forma tan perniciosa.

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, periodista cultural del diario “El País”): Por esa época Gustavo empezó a considerarse a sí mismo una suerte de profeta revolucionario, y por primera vez renegó abiertamente de su familia; cortó toda comunicación con su madre y con su abuelo y se entregó en cuerpo y alma a su causa y sus seguidores.
Sobre la naturaleza del movimiento que fundó –como bien apunto en mi libro “La tragedia de la solidaria”–, llama poderosamente la atención su falta total de ideología. Pues, pese a cierto tufillo a fraseología marxista, está claro que “La solidaria” fue más una secta que otra cosa, y que sus bases no estaban cimentadas en un ideario político, sino en el consumo de drogas y en un fuerte sentimiento de comunidad.
Pero, aun así, vale la pena preguntarse: ¿Estaban de verdad tan desorientados aquellos jóvenes como para seguir ciegamente al primer loco que se les pusiera adelante? Bueno, en mi libro yo postulo la idea de que quizás haya sido precisamente esta ausencia de política el condimento más atractivo para ellos; quiero decir, después de todo la historia reciente no miente: son la estética y la religiosidad las formas más eficientes de captar adeptos y, cuando uno dispone de las dos…

Bijou Zieger (bajista, compañera de banda, primera novia de Gustavo): Fue muy doloroso para mí presenciar todo aquello. El chico que amé más que a ninguno y con el que en secreto planifiqué mi futuro, ahora vivía en un permanente estado de paranoia inducida por las drogas. También supe por terceros que en ocasiones solía aprovecharse de su rol como “líder religioso” para abusar sexualmente de varias de nuestras fanáticas.
De nuevo: al día de hoy aún cargo con una tristeza enorme, una carga que debo soportar día a día. Todo fue tan horrible para mí, que durante un tiempo tuve que estar lejos del país.

Julio Solari (guitarrista, compañero de banda): Lo más loco de esto es que hay quienes dicen que el dinero de los derechos de nuestras canciones no fue a parar a los bolsillos de Rosenberg, sino a los de Gustavo, quien lo habría usado para financiar su comuna o, mejor dicho, harén neo-hippie. Sea como sea, Gustavo resultó ser un hijo de re mil putas.

V. El final de la casona “La solidaria”

Irma Penadés (ex militante tupamara, ex amante de Gustavo, fundadora del movimiento “Plenaria Verdad y Justicia”): La prepotencia patronal no conoce de límites. Todo lo que Gustavo hacía por nosotros era desde la solidaridad y la buena fe. Pero bueno, todos sabemos que en un mundo capitalista como el actual, un mundo en el que las personas son sólo mercancías con las que lucrar, no hay lugar para aquellos que decidimos organizarnos a partir de principios claves como la solidaridad y la acción directa.
Pase lo que pase, el mensaje de Gustavo no morirá. Su prédica a favor de la autogestión y contra la inmoralidad del capital extranjero vivirá por siempre en nuestros corazones.

François Graña (ex diputado del Frente Amplio, estudioso del partido comunista uruguayo, actualmente acusado de haber violado a una menor): No había caso.En mi opinión se trataba lisa y llanamente de un movimiento de pervertidos. Una panda de degenerados que durante su existencia no hizo otra cosa que hacerle el juego a la derecha más reaccionaria.

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, periodista cultural del diario “El País): Dentro de la casona Gustavo imponía a sus seguidores estrictas reglas religiosas sobre por ejemplo el uso de alcohol o el sexo; reglas de las por supuesto él estaba exento.

Bruno “Fico” Díaz (fanático de Baltazar Boom, ex plomo de la banda, maître del chetopub “La cochina”): Bueno, creo que a esta altura es de público conocimientoel hecho de que hubo cuadros anarquistas involucrados en los incidentes del último show de Baltazar Boom; más concretamente en el choque con las fuerzas del GEO. En ese momento no supe qué carajo tenía que ver esa gente con nosotros, pero pasado un tiempo me cayó la ficha.

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): Hacía tiempo que Gustavo Goncálvez estaba haciendo hasta lo imposible por llamar la atención de la policía y los servicios de inteligencia uruguayos.
Créame que explayarme en torno a las actividades ilegales de él y de sus seguidores me llevaría mucho más tiempo del que usted dispone, así que permítame que se lo resuma de la siguiente manera: durante su “sacerdocio”, Goncálvez abusó sexualmente de varias de las mujeres de su congregación, para ello valiéndose de multitud de pretextos; el más inaudito era el de ser una especie de mesías cuya tarea era engendrar hijos que tuviesen por deber repoblar el planeta luego del apocalipsis (evento que al parecer él estaba llamado a desatar).
Esto terminó por provocar la indignación de uno de sus seguidores, quien llevó el chisme a jefatura central. Luego los investigadores empezaron a hacer su trabajo y, ¡Oh, sorpresa! Descubrieron que el carismático líder sectario y ex cantante de rock había desposado a varias adolescentes, habiéndose casado incluso con una chiquilina de tan sólo 15 años (!), la cual pasó a ser su octava o novena esposa.
Pero como si esto no fuera suficiente, los servicios de inteligencia lograron vincular a varios de los miembros de la casona con tupabandas y cuadros anarquistas responsables en aquel entonces del robo a múltiples bancos y remesas financieras. Dicho de otra forma, Gustavo Goncálvez estaba en aprietos.

Irma Penadés (ex militante tupamara, ex amante de Gustavo, fundadora del movimiento “Plenaria Verdad y Justicia”): Además de ser un espacio que Gustavo utilizaba para ejercer su prédica cristiana a favor de los derechos y de la emancipación de las víctimas del capitalismo de estado, la casona de la calle Fernández Crespo también funcionaba como un local abierto para la realización de múltiples cursos, talleres y asambleas; entre ellos las reuniones del “Café filosófico”, la radio anarquista “Verdad y Justicia” y la biblioteca social “Las Venas Abiertas”. Dichas iniciativas eran coordinadas en su totalidad por una camada rotativa de compañeros, quienes, repito: ACTUÁBAMOS DE MANERA GRATUITA Y VOLUNTARIA.
Lo que le ocurrió a la casona constituye un caso único, terrible en la historia de nuestro país. Pues, no solamente se trató de un ataque gravísimo a las comunidades autorganizadas y a la acción directa como método válido de lucha contra este maldito sistema, sino de una injusticia atroz contra un líder santo y carismático.
Te imaginarás la indignación que me vino cuando me enteré de lo que había sucedido, ¿No?

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): Teniendo en cuenta la gravedad de los delitos cometidos, una orden de desalojo era lo menos que Fiscalía podía solicitar al juez, quien, de habérselo requerido, podría haber incluso expedido la consecución de un operativo redada. No entiendo por qué no ocurrió así desde un inicio…

Cnel. Enrique Bengoechea (ex jefe de policía, ex ministro del interior, principal encargado del operativo policíaco contra “La solidaria): La estancia también conocida con el nombre “La solidaria”, era, ediliciamente hablando, una de esas viejas residencias con patio pertenecientes al periodo colonial. Por lo que se me informó funcionaba día y noche como un complejo mediano de múltiples habitaciones distribuidas todas ellas sobre un corredor abierto.
Habida cuenta de la complejidad del caso, a las dos y media de la tarde, un jueves de verano nublado, dispuse el corte de tránsito de la calle Fernández Crespo, así como el despliegue de varios efectivos policiales, algunos de los cuales, por razones de seguridad, fueron conminados a portar casco y escudo. Yo mismo me apersoné en la puerta de la casona, toqué el timbre e intimé mediante orden del juez a sus ocupantes a desalojar inmediatamente el inmueble.
No hubo respuesta.
Luego de ponerlos en aviso, detrás de nosotros irrumpió en plena calle un cuadro paramilitar compuesto por una veintena de anarquistas, que enseguida comenzó a arrojarnos piedras y una variedad de objetos punzantes e incluso un explosivo molotov.

Irma Penadés (ex militante tupamara, ex amante de Gustavo, fundadora del movimiento “Plenaria Verdad y Justicia”): Quiero que quede claro que esos jóvenes a los que despectivamente se está refiriendo el Sr. Coronel, eran chiquilines bien, totalmente pacíficos, algunos de ellos estudiantes de filosofía y letras, que lo único que hacían al asistir a las reuniones en la casona era intentar develar los motivos detrás de la creciente deshumanización de nuestras sociedades actuales. No creo que hayan actuado de forma violenta; y, en el caso de haberlo hecho, seguramente haya sido en defensa propia.
Entiéndame: los policías son todos unos cerdos.

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, periodista cultural del diario “El País): Me parece que acciones de dicho calibre pintan a la perfección el inquebrantable fervor que inspiraba Gustavo en sus seguidores. Durante mi cobertura de los hechos así lo corroboré; para mí no había ninguna duda de que estábamos ante una secta con todas las letras.

Informe del periodista Néber Silva para Subrayado, Canal 11. Fecha de emisión: 02/02/1994: «FLASH INFORMATIVO DE ÚLTIMO MOMENTO: seguidores de una peligrosa secta religiosa conocida con el nombre de “La solidaria” chocan de frente con la policía. Se ha reportado que algunos de ellos incluso han arrojado a los efectivos bombas molotov. Ampliaremos en instantes».

Informe de la periodista Blanca Álvarez para Teledía, Canal 13. Fecha de emisión: 02/02/1994: «Interrumpimos la programación habitual para informarles acerca de numerosos disturbios registrados cerca del centro de Montevideo. Al parecer, en protesta por un desalojo, decenas de jóvenes se estarían atrincherando ahora mismo en las calles circundantes al Palacio Legislativo. Según fuentes policiales, los manifestantes estarían quemando cubiertas de neumáticos y arrojando objetos y explosivos a las fuerzas del orden. Imágenes exclusivas de Teledía».

Irma Penadés (ex militante tupamara, ex amante de Gustavo, fundadora del movimiento “Plenaria Verdad y Justicia”): ¡Ahí lo tenés: el aparato represivo del gobierno de Lacalle Herrera en su máxima expresión!

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): La respuesta de los ocupantes de la casona fue en verdad inesperada; desproporcionada, incluso, te diría.Como resultado de ella, enseguida se requirió la presencia del grupo GEO, que, luego de ser despachado en zonas aledañas, se valió del uso de vehículos, incluyendo dos blindados con cañón de agua para dispersar a los manifestantes y así retomar las negociaciones con el líder sectario Gustavo Goncálvez.

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, cronista cultural del diario “El País): Me acuerdo que aproximadamente a sesenta metros, la policía había colocado una cinta amarilla para impedir a la prensa el acceso a los alrededores de la casona. Sin embargo, varios de nosotros no tardamos en cruzarla y en pedir a gritos la palabra del Sr. Gustavo Goncálvez.
Minutos después, en presencia del juez de turno y dos de los negociadores policiales, el “mesías pecador” –así lo bauticé en un titular posterior al hecho– aceptó salir de la casa y hablar cara a cara con nosotros y el juez.

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): Hasta ese momento había hablado únicamente por teléfono con los negociadores amenazándolos con que, de no desistir en su accionar represivo, él y sus “apóstoles” contratacarían con armas de fuego.
Pero ahora daba la impresión de estar más calmado y de querer mostrarse ante los medios de prensa y quizás así poner paños fríos a la situación.

Cnel. Enrique Bengoechea (ex jefe de policía, ex ministro del interior, principal encargado del operativo policíaco contra “La solidaria): Yo ya había visto las fotos pero, cuando lo vi abrir la puerta de la casa y salir con los brazos en alto, con una especie de megáfono inalámbrico colgándole de la mano zurda, me sorprendió mucho encontrarme a aquel joven flaquito, barbudo y de orejas apantalladas. Era raro, simpático de ver incluso. Pensé: “¡¿Este es el tipo que va traer el final de los tiempos?!”

Declaraciones de Gustavo al juez y a varios de los curiosos presentes en la zona, recogidas por la prensa. Fecha de registro: 02/02/1994: «Estimados damas y caballeros, el centro social “La solidaria” es un espacio cristiano occidental mediante el cual sus integrantes buscamos alcanzar el perfeccionamiento moral en esta época de infamia. Somos una tribu de hombres y mujeres pacíficos. No queremos un baño de sangre. No queremos tener que recurrir a las armas. Pero, si nos obligan a hacerlo, no duden que lo haremos (…). Esta maniobra terrorista del capital y el estado no pasará desapercibida ante los ojos de Dios».

Informe del periodista Daniel Villagrán para CNN en español. Fecha de emisión: 02/02/1994: «BREAKING NEWS, amigos de Latinoamérica, según constatan varios medios uruguayos el líder de una peligrosa secta conocida con el nombre de “La solidaria” está amenazando en este preciso instante con atacar con armas de fuego a la policía de Montevideo. Esta situación se genera luego de horas de disturbios y destrozos en las calles de la capital uruguaya.
Vamos de inmediato con una de nuestras corresponsales en Montevideo Federica Pérez».

Informe de Federica Pérez, corresponsal en Montevideo para CNN en español. Fecha de emisión: 02/02/1994: «Así es, Daniel, momentos de mucha tensión se viven ahora mismo en las calles de Montevideo.
Como tú bien decías, ha habido disturbios, ataques a la policía, así como la negativa continua del líder de la secta, el Sr. Gustavo Goncálvez, de abandonar la casona que habita junto a una treintena de sus seguidores.
Cabe aclarar que toda esta situación se desató luego de que las fuerzas del orden intentaran desalojar pacíficamente el inmueble (…). Al parecer, hace ya meses que los investigadores estarían recibiendo denuncias por una supuesta desaparición o cambio de personalidad de sus seres queridos. Esto, sumado a las prácticas inhumanas a las que estarían obligados a participar los seguidores del Sr. Goncálvez para permanecer en sus filas, ha provocado alarma entre las autoridades».

Declaraciones del Cnel. Enrique Bengoechea recogidas por la prensa, fecha de registro: 02/02/1994: «Por ahora la situación se mantiene estable y lo que queremos es una solución rápida y pacífica. Acá no hay motivos por los que este conflicto deba saldarse a tiros. Acordamos con el Sr. Goncálvez alejarnos varios metros de la casona para que así él a la brevedad pueda abandonar tranquilo la residencia».

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, cronista cultural del diario “El País): Recuerdo que en ese momentolas tácticas disuasorias del Sr. Cnel. provocaron mucha indignación en la gente. “¿Por qué la policía no actúa con mayor firmeza?”, se preguntaba el ciudadano de a pie, “¿Por qué Bengoechea no da de una vez por todas la orden de tirar abajo la puerta de la casa y llevar a todo el mundo preso?
Y claro, nadie excepto el Sr. Cnel. y algunos funcionarios policiales sabían que Gustavo tenía adentro de la casa un total de 140 kilos de nitrato de amonio listos para explotar cuando así él lo dispusiese.

Dra. Abigail Naiva (doctora en química, perito forense): Mi hipótesis es que las bombas no fueron diseñadas tanto con el propósito de matar gente sino más bien con el de destruir a la casona y parte de sus alrededores. Esto lo digo basándome en la colocación estratégica de cada una de ellas, así como por lo sofisticado de su diseño; mire: este es uno de los explosivos que armó Goncálvez; preste atención: consiste de tres tubos de 20 pulgadas cargados a tope con nitrato de amonio y cortados con varios gramos de sodio sulfuro hidrato. Juzgando por su construcción, el Sr. Goncálvez debía ser una persona con conocimientos avanzados de química y electrónica.

Cnel. Enrique Bengoechea (ex jefe de policía, ex ministro del interior, principal encargado del operativo policíaco contra “La solidaria): Un loco degenerado que cree ser la segunda llegada de Jesucristo y que tiene un control absoluto sobre la mente de sus seguidores amenaza con volar una cuadra entera de la ciudad. Se imaginará que este no es el tipo de situaciones que a uno en el Liceo Militar le enseñan paso a paso cómo lidiar, ¿No?… En fin, lo de las bombas, sin embargo, no nos fue revelado hasta último momento: en medio de los disturbios y el choque con las fuerzas del GEO, un elemento anónimo de inteligencia nos contactó de manera urgente a través de un funcionario de fiscalía: según él, estaba casi seguro de que la casona ubicada en la calle Daniel Fernández Crespo funcionaba como un depósito de explosivos.

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): Todos sabemos que durante la década de los noventa el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), financió su actividad política a través de múltiples robos y asesinatos.
Algunos de sus miembros llegaron incluso a formar vínculos con células terroristas colombianas, las cuales los proveyeron durante un tiempo con una amplia variedad de armas y explosivos (…). La cantidad de dinero que acumularon en esa época fue realmente una bestialidad (…).
Bueno, mirá lo que son las vueltas de la vida: resulta que más o menos por esa fecha, la policía logró detener a un integrante del MLN directamente vinculado al robo al Banco de Montevideo, en ese entonces propiedad de la familia Peirano. De forma clandestina el hombre fue torturado empleando técnicas militares en aras de sacarle la mayor cantidad de información posible al respecto. El tipo terminó por confesar todo, pero TODO lo que sabía: desde qué porcentaje del dinero robado estaba destinado a sectores políticos, hasta incluso el nombre de varios de sus compañeros de armas. Lo que más alarmó a sus captores, sin embargo, fue el que revelara uno de los escondrijos donde el MLN supuestamente ocultaba parte de su material explosivo: una vieja casona cerca del centro de Montevideo que, ¡Oh, vaya casualidad! en ese momento estaba siendo asediada por un contingente de efectivos policiales…

François Graña (ex diputado del Frente Amplio, estudioso del partido comunista uruguayo, actualmente acusado de haber violado a una menor): Mentira. Todo esto es una gran mentira orquestada por los mismos grupos conservadores de siempre. ¿A usted le parece que nuestra coalición política puede tener algo que ver con esa manga de delincuentes y malnacidos?
Escúcheme bien: acá la revolución no se hace de esa manera, no… Nosotros somos además una fuerza superadora, una fuerza de izquierdas que ha asumido el nada fácil deber de empuñar las banderas del progresismo. Fíjese si vamos a perder el tiempo tratando con esos enfermitos de metralleta y cara tapada…
¿Qué? ¿Que cómo se financiaban entonces los sueldos del personal de radio Panamericana y el funcionamiento de publicaciones tales como Mate Amargo y Caras y Caretas? Mire, no sea atrevido. ¡El Partido Comunista Uruguayo y el Frente Amplio no tiene por qué rendirle cuentas a nadie, y menos a usted! ¿Me oyó?

Irma Penadés (ex militante tupamara, ex amante de Gustavo, fundadora del movimiento “Plenaria Verdad y Justicia”): Una de las cosas que lamentaré toda mi vida es el no haber podido acompañar a Gustavo durante aquel escollo. Ese día justo estaba en la sierra de Minas, con Julio Marenal y Luis Rosado, discutiendo la posibilidad de un viaje a Libia junto a otros veinte militantes del partido. Poco después fuimos detenidos y de manera falsa y abusiva se nos imputaron diez delitos de tenencia y fabricación ilegal de armas de fuego, municiones y explosivos.

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): ¡Tenían un ómnibus repleto de fusiles Kaláshnikov, cócteles molotov y algo más de tres mil miguelitos! Según se supo después, Irma Penadés y sus acompañantes tenían asimismo estrechos vínculos con el Hezbolá iraní.

Cnel. Enrique Bengoechea (ex jefe de policía, ex ministro del interior, principal encargado del operativo policíaco contra “La solidaria): Apenas logramos reagruparnos a cuadra y media de la casona, di la orden de que se activara el protocolo de emergencia, y así fue que instamos a los vecinos de la zona y comercios aledaños a abandonar sus hogares y a desplazarse hacia el norte, en dirección a avenida de las leyes.
Esto tuvo que hacerse, como ya te imaginarás, con la mayor prontitud posible, dado que de ser fatal el desenlace podríamos estar hablando de decenas o quizás incluso cientos de víctimas.
 
Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, cronista cultural del diario “El País): Debido a lo repentino del caso, había poca información disponible en ese momento, y la que se manejaba me parecía cuanto menos dudosa, por no decir inverosímil.
Justo en el preciso instante en que uno de los colegas de canal once se me acerca a hablarme sobre la posibilidad de que hubiera una bomba adentro de la casa, Gustavo abre la puerta y sale a la calle. Me acuerdo que iba con la melena suelta y con una frondosa barba negra, vestido completamente de blanco, de camisa y pantalón pescador y acompañado a su vez por un séquito de doce “apóstoles”; llevaba un megáfono en la mano zurda y una de las chicas que lo escoltaba claramente sostenía en su diestra un cable conectado a un relé-detonador.

Declaraciones de Gustavo Goncálvez a la policía y a varios de los curiosos presentes en la zona, recogidas por la prensa. Fecha de registro: 02/02/1994: «Cristo volvió y de todas las naciones del mundo eligió Uruguay para anunciar su regreso. ¿Y así es como han decidido pagarle? ¡Infieles!».

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, cronista cultural del diario “El País): Me acuerdo de ver a sus doce apóstoles –seis hombres y seis mujeres, en total– formar un círculo alrededor de él y que luego Gustavo comenzó a rezar en voz alta y a citar de memoria versículos de la Biblia. Varios de mis colegas al ver aquello retrocedieron por lo menos media cuadra; pero yo no me moví ni un centímetro de mi lugar; me quedé allí, apostada junto a la policía pensando: “Sea cual sea el desenlace, debo estar atenta y presenciarlo todo”. Mi instinto periodístico pudo más que yo.

Declaraciones de Gustavo Goncálvez a la policía y a varios de los curiosos presentes en la zona, recogidas por la prensa. Fecha de registro: 02/02/1994: «Entonces ustedes serán entregados para que los maltraten; y los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía. Es ahora, quizás, que muchos renegarán de su fe y se odiarán y se traicionarán los unos a los otros».

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): Goncálvez conocía la Biblia del derecho al revés. Está claro que en cierto punto sus interpretaciones debieron resultar reveladoras e importantes para aquellos jóvenes que vaya a saber por qué razón decidieron seguirlo.

Palabras de Esthér Gómez, madre de Ángeles Rodríguez, una de los apóstoles de Gustavo, al periodista Néber Silva del noticiero uruguayo Subrayado. Fecha de emisión: 02/02/1994: «Ángeles siempre fue una chiquilina divina, responsable, súper compañera. Nosotros en el hogar estábamos muy contentos porque hacía poco había arrancado la Universidad. Pero un día llegó a casa totalmente cambiada…; como le decía, Sr. Silva, ella siempre fue muy estudiosa, le encantaba hablar y saber de política, pero un día fue y volvió de la facultad y ya no era la misma. Hablaba de ese tal Gustavo y de la casona y del capital y del estado y de cosas que la verdad yo no entiendo mucho… Por favor, Ángeles, si estás viendo esto volvé a casa, te extrañamos, ese hombre es muy peligroso y no te está haciendo bien».

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, cronista cultural del diario “El País): Es importante destacar que la participación en una secta a menudo comienza de forma voluntaria, y muchas personas pueden no darse cuenta de las dinámicas destructivas que ello implica hasta que ya es demasiado tarde. También hay algunos trasfondos y entornos familiares que pueden contribuir a que un individuo elija formar parte de una secta: la soledad, el abandono parental, la búsqueda de un propósito, etc., etc.

Bijou Zieger (bajista, compañera de banda, primera novia de Gustavo): Lo que yo saco en limpio de todo esto es que el individualismo posmoderno no es la cura a los movimientos totalitarios, sino, quizás, su principal ingrediente.

Palabras del Cnel. Enrique Bengoechea hablándole a Gustavo por el megáfono policial: «Vamos, muchacho, aprovechá y vení con nosotros ahora. Oíme bien: nuestra intención nunca fue imputarte ningún crimen. Quién sabe… Si la chica suelta ese detonador y nos dejan hacer nuestro trabajo quizás el juez te levante los cargos. Mirá que no es imposible, ¿Eh? Mirá que he visto cosas raras desde que asumí la jefatura, en serio…, Vamos, Gustavo, sos un hombre de bien, un hombre de fe, esto no tiene por qué pasar a mayores».

Declaraciones de Gustavo Goncálvez a la policía y a varios de los curiosos presentes en la zona, recogidas por la prensa. Fecha de emisión: 02/02/1994: «Todos ustedes son una manga de delincuentes, Cnel. Todos. Del primero al último. Tal como lo predije, el Carnero del Libro ha vuelto y su propósito será realizado.
¡Ustedes saben, hijos míos, que este evento será precedido por persecuciones, por mi martirio y el de todos ustedes! Vean cómo las fuerzas del orden –los ejércitos de la gran ramera– insisten en tratarnos como a unos criminales, cómo insisten en lavarse las manos y llevarnos a todos encadenados hacia Babilonia. No voy a permitir que esto suceda, hijos míos. Ha llegado el momento de abrir el quinto sello».

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, cronista cultural del diario “El País): Ya habían transcurrido siete horas desde el comienzo de los disturbios. Gracias a mis colegas de la televisión y la radio la fantasía colectiva de los uruguayos estaba en su punto máximo de ebullición. Todos empezábamos a impacientarnos y a preguntarnos qué iba a hacer ahora Gustavo para librarse de aquel enredo.

Declaraciones de Gustavo Goncálvez a la policía y a varios de los curiosos presentes en la zona, recogidas por la prensa. Fecha de emisión: 02/02/1994: «Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio. Gritaban a viva voz: “¡¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?!” (…). Los reyes de la tierra, los magnates, los jefes militares, los ricos, los poderosos y todos los demás, esclavos y libres, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas. Todos gritaban a las montañas y a las peñas: “¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero! ¡Porque ha llegado el gran día de la ira! ¿Quién podrá mantenerse en pie?”».

Juan Andrés «Gordo» Rojo (cura del colegio Seminario): Como le decía antes, los fieles deben tener en cuenta que el libro del Apocalipsis no es un texto fácil de comprender. En absoluto. Debe considerárselo, no obstante, un regalo de bendición para todos nosotros, y no la excusa de un psicópata trasnochado para imponer y proyectar sus delirios homicidas en personas vulnerables, cuyo camino tristemente se ha extraviado.

Cobertura en vivo de Radio Sarandí, informativo central, fecha de emisión: 02/02/1994: ATENCIÓN: en estos instantes el jefe criminal de la secta se está dirigiendo a la policía y a los vecinos de la zona; al parecer, estaría citándoles en voz alta un pasaje bíblico; ahora, una de las muchachas que lo acompañan se hinca de rodillas frente a él y por lo que puedo ver estaría ofreciéndole una suerte de dispositivo electrónico; el jefe de policía vuelve a insistir con que lo arroje al suelo y se entregue…

Palabras del Cnel. Enrique Bengoechea hablándole a Gustavo por el megáfono policial: «¡Arroje eso al suelo inmediatamente! ¡No lo volveré a repetir! ¡Arroje eso al suelo ya mismo!»

Federica Pérez (psicóloga, artista plástica, cronista cultural del diario “El País): Primero fue un sacudón; te estoy hablando de algo que habrá durado menos de un segundo… Luego sé que agaché la cabeza y hasta el día de hoy no recuerdo qué pasó después.

Cnel. Enrique Bengoechea (ex jefe de policía, ex ministro del interior, principal encargado del operativo policíaco contra “La solidaria): Por suerte, debido a la distancia la onda expansiva no nos alcanzó de lleno; pero sí puedo confirmarle sin temor a equivocarme que logró derribar a más de uno mis subalternos.

Pablo del Moro (ex oficial de policía, efectivo presente en el operativo policíaco contra “La solidaria): Recuerdo mirar hacia delante y no poder ver nada a causa del polvo y el humo…
Luego sé que minutos después avancé un par de metros en dirección a la casona y que tropecé con algo; era un brazo, un brazo calcinado, hirviendo, empapado en sangre y en líquido supurante. Enseguida me tapé la nariz y casi me desmayo a causa del olor. Era como estar en medio de una pesadilla…

Santiago Márquez (ex cabo de policía, efectivo presente en el operativo policíaco contra “La solidaria): Luego de la explosión recuerdo poco y nada. Creo que estuve aturdido durante varias horas, aunque en ningún momento perdí la consciencia. Vi a varios de mis compañeros tumbados en el suelo, algunos de ellos intentando levantarse aunque sin mucha suerte…
Mirara donde mirara había fragmentos de vidrio y trozos de escombros desperdigados por todas partes.

Silvana Wellington (directora de Canal 5): Tenía veintitrés años y hacía apenas uno que había entrado a trabajar en medios públicos.Era simplemente una chica demasiado joven como para presenciar aquello… Durante la explosión yo me encontraba, al igual que varios de mis colegas, a una distancia que podría tenerse por segura pero, aun así, a causa del viento y de la onda expansiva, una esquirla de vidrio salió volando y me perforó el lóbulo de la oreja izquierda. Fue tan fuerte el impacto que llegó incluso a afectarme el tímpano.
Mire: aún conservo la cicatriz…
No, no; juro que nunca podré superar lo vivido aquella noche. No quedó nada en pie. Pero nada… Casi media cuadra de la ciudad reducida a un esqueleto de cal y escombros… Y créame que todo esto ocurrió en menos de un segundo. Yo lo vi: primero fue una especie de temblor, luego un ruido muy fuerte seguido de una explosión enorme. Desde entonces he tenido que usar audífonos.

Marcelo Douredjian (periodista, estudioso de los tupamaros): Siempre que un colega extranjero me pregunta sobre la tragedia de la solidaria se me viene a la mente aquella columna genial que escribió Hunter S. Thompson para el San Francisco Examiner acerca del Hellfire Club:

En la segunda mitad del siglo, los clubes de caballeros adquirieron un enfoque completamente nuevo: el culto al sexo y la extravagante decadencia pública. Esta era la época del infame Hellfire Club, que incluía entre su círculo íntimo al Príncipe de Gales, el Lord Mayor de Londres, Benjamín Franklin, el enloquecido Conde de Sandwich, el monstruoso Conde de Bute, entonces primer ministro de Inglaterra. Esta gente no perdía el tiempo. Elevaron la orgía a una forma de arte desconocida desde los tiempos de Calígula o incluso de las diabólicas hordas mongoles de Genghis Khan, quienes engendraron una larga línea de violadores y traicioneros maníacos sexuales de quienes se decía que lamentaban el hecho de que el cuerpo humano tuviera tan pocos orificios para penetrar ese espacio que se vieron obligados a crear otros nuevos utilizando sus propias dagas, y así todo el clan podía atacar a una víctima a la vez.”

En mi opinión, la secta que fundó Gustavo Goncálvez, aquel músico frustrado y megalómano, era la versión pseudoadventista y lumpenizada de esto; dicho de otro modo, el intento malintencionado de un psicópata de cuarta por sacar adelante un estilo de vida hedonista y parasitario.
Claro que, como podrás ver, el curro de profeta apocalíptico se le terminó escapando de las manos. Algo en verdad trágico pero que bien visto era inevitable.

Bijou Zieger (bajista, compañera de banda, primera novia de Gustavo): Una vez terminada la dictadura y recuperada finalmente la democracia, muchos creyeron ingenuamente que de ahí en más sus circunstancias iban a mejorar; que ahora sí iban a poder salir a divertirse y a elegir libremente entre todas las cosas que importan de verdad; pero lo cierto es que yo nunca me hice ilusiones al respecto.
Si me preguntás a mí, yo no creo que exista algo así como el libre albedrío; creo honestamente que los seres humanos somos entidades programables.
De hecho, voy aún más lejos: estos jóvenes de los que lamentablemente Gustavo se aprovechó, nunca tuvieron la más mínima posibilidad de elegir.
Ahora que soy mayor lo veo claramente: casi todos queremos pertenecer a algo, delegar nuestra carga de sufrimiento y responsabilidad en un tercero. Mucho más si ese tercero en cuestión nos promete el cielo después de la muerte.
La libertad malentendida desemboca inevitablemente en el éxito de personajes como Gustavo, quienes consciente o inconscientemente siempre harán de la angustia y la pérdida de orientación de su prójimo el abono ideal para sus delirios de grandeza.
Dirás que estoy loca, pero nunca voy a entender en qué sentido es superior la libertad de poder comprarle autoayuda a charlatanes así, en comparación a aquellas tradiciones y costumbres que antes tenían por objeto encauzar nuestras vidas. Dicho de otro modo, lo que esa periodista que vos me comentabas entiende por “kitsch” o “fascista” (el juramento a la bandera, por ejemplo, la caballería gaucha, las fanfarrias militares, etc., etc,.), en mi opinión, a la hora de la verdad no acepta reemplazos; o por lo menos no éstos; éstos sí que no están a la altura de las circunstancias tan confusas que hoy nos tocan vivir…
¿Algo más que quieras saber?
¿No? Bueno…, ¿La dejamos por acá te parece?

Felipe Villamayor. (2023).

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