
Todo principio tiene final
y al terminar,
vuelve a comenzar.
Sólo dejarse volar
en el vuelo fugaz
de un instante
que lo cambia todo.
La magia del destino,
es más potente
que un abrazo
al corazón.
La luna siempre cómplice
el verano recargando vida
el alma mimada
y en la cara
se dibuja la sonrisa
de felicidad.
La pelota vuelve a girar
y al girar,
se volverá a frenar.
Girando en el aire va
y como la vida
sus vueltas da.
El arte de improvisar
es lo único
que nos lleva a crear y sentir
que lo más sincero y verdadero
es la sencillez
que uno puede sentir
cuando el gol se hace dejando fluir.
Eloy Vázquez.