«La falacia del verso ese de la cultura ‘judeo-cristiana’» de Peter Schäfer


Dicho de otro modo, ¿Qué piensan los judíos del pueblo cristiano? Todas las citas fueron tomadas del libro «Jesus en el Talmud» de Peter Schäfer:

#3. Que Jesús era un chanta y que ahora mismo está en el infierno sentado sobre un montón de heces en llamas:

«En uno de los pasajes más bizarros del Talmud, Jesús aparece en el infierno junto a Tito y Balaam, los grandes archienemigos del pueblo judío. Mientras que Tito es castigado por la destrucción del segundo templo siendo quemado hasta convertirse en cenizas, reensamblado y vuelto a quemar una y otra vez, Balaam es castigado obligándosele a sentar en semen caliente; el destino de Jesús, a su vez, consiste en estar sentado por la eternidad sobre excrementos hirvientes. Esta historia obscena ha ocupado a los académicos durante mucho tiempo, sin encontrar una solución satisfactoria. Especularé que se trata de una respuesta deliberada y bastante gráfica a una afirmación del Nuevo Testamento, en esta ocasión la promesa de Jesús de que comer su carne y beber su sangre garantiza la vida eterna a sus seguidores. Entendida de esta forma, la historia transmite un mensaje irónico: no solo Jesús no resucitó de entre los muertos, sino que es castigado en el infierno eternamente; en consecuencia, sus seguidores, la nueva iglesia que afirma ser el nuevo Israel, no son más que un grupo de tontos, engañados por un astuto embaucador.»

#2. Que la Virgen María cometió adulterio, y que Jesucristo fue el hijo ilegítimo de un soldado romano:

«Como hemos visto, esta historia de la madre adúltera y su hijo bastardo es la narrativa perfecta en oposición a la afirmación del Nuevo Testamento de que Jesús nació de una Virgen comprometida con un descendiente de la casa de David. Frente a la historia del Nuevo Testamento (con su inconsistencia inherente entre ‘esposo’ y ‘comprometida’), el Talmud elabora su drástica narrativa en contra de la adúltera y su hijo bastardo (presumiblemente de un soldado romano), demostrando la completa absurdidad de cualquier reclamación davídica (y, por lo tanto, Mesiánica). Como bastardo, Jesús pertenece a la comunidad de Israel solo en un sentido limitado. Una de las restricciones de su estatus implica que no puede contraer matrimonio legítimo con una mujer judía y ser padre de hijos judíos, y mucho menos fundar una congregación que afirme ser el nuevo Israel.»

#1. Que Jesucristo fue un practicante de hechicería y un personaje histórico sexualmente promiscuo:

“Otra característica llamativa de la secta cristiana y su fundador es la magia. Solo en el Bavli (en la figura del discípulo de Yehoshua b. Perahya) está conectada directamente con la persona de Jesús: este discípulo (Jesús) no solo era indecente y propenso al sexo; sino que además estableció un culto idolátrico y, como explica el Talmud, extravió a Israel con sus prácticas mágicas. Las demás alusiones a la magia se conservan en fuentes palestinas, primero de manera indirecta, en la inclinación de R. Eliezer b. Hyrkanos a respaldar sus argumentos con milagros; y segundo, de forma más destacada, en las dos historias sobre los magos cristianos (Jacob de Kefar Sama y el curandero anónimo) que realizan curaciones en nombre de Jesús.»

Peter Schäfer

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