«Los que son muy hermosos, muy buenos, muy poderosos, no captan casi nunca la verdad entera y vulgar, cualquiera que sea el tema de que se trate, pues, en su presencia, se miente involuntariamente un poco, ya que se está influido por la seducción de tales individuos, y, por efecto de dicha impresión, se presenta la verdad atenuada o adaptada a las circunstancias (falseando el color y el grado de los hechos, omitiendo o añadiendo detalles y prescindiendo de lo que no se puede asimilar). Cuando, a pesar de ello, los hombres de esta especie quieren saber la verdad a cualquier precio, necesitan un bufón, un ser que tenga esa prerrogativa de los locos consistente en no poder asimilar las cosas.»
Friedrich Nietzsche.